
A pesar del despliegue policial y los intentos de reordenamiento municipal, el lugar sigue siendo escenario de disputas entre comerciantes establecidos y vendedores ambulantes. Las denuncias abundan.
A pesar de la reciente medida implementada por la municipalidad de Valparaíso para reubicar el comercio ambulante de la Plaza O’Higgins, los comerciantes establecidos del sector advierten que esta no es la única problemática que afecta al lugar. A tan solo unos metros del Congreso Nacional, la plaza continúa siendo escenario de múltiples conflictos que generan preocupación entre quienes trabajan y transitan por la zona.
La presencia de un retén móvil de Carabineros, operativo entre las 07:00 y 21:00, ha contribuido a ordenar parcialmente el espacio durante el día. No obstante, los problemas resurgen con fuerza por la noche. La inseguridad, el consumo de drogas, la presencia de personas durmiendo en carpas y carros de supermercado repletos de pertenencias en medio de la plaza, el uso del lugar como baño público y la falta de suministro de agua son algunas de las situaciones denunciadas de forma reiterada.
José Uriona, comerciante cuyo kiosco ha permanecido frente a la plaza por generaciones, afirma que la situación ha llegado a un punto crítico: «Se han tomado las calles. La plaza está completamente destruida. De un día para otro aparecen 10 o 15 carpas. La gente duerme ahí misma y hace sus necesidades en el lugar». También muestra preocupación por el creciente consumo de pasta base: «He visto a muchos jóvenes, adultos mayores e incluso mujeres en esa situación».
Según información proporcionada por el municipio porteño y ante estas problemáticas, se prevé la realización de un operativo durante esta semana para abordar todas las incivilidades del lugar y con el objetivo de recuperar este espacio público.