
La medida se extiende hasta el 15 de septiembre a fin de proteger a la población.
La Dirección General de Aguas (DGA) del MOP ordenó a las organizaciones de usuarios de aguas el cierre de bocatomas en la Región de Valparaíso.
La medida, que se extiende desde Atacama hasta Magallanes, es a fin de proteger a la población ante el peligro que podría representar eventuales desbordes producto de las lluvias que se originan entre mayo y septiembre.
A su vez, la orden a todas las Juntas de Vigilancia, Asociaciones de Canalistas, Comunidades de Aguas y usuarios con obras de captación en cauces naturales, es a el retiro de todos los elementos adicionales a las captaciones que puedan entorpecer el libre escurrimiento de las aguas.
Rodrigo Sanhueza, director general de Aguas del MOP, indicó que la DGA tiene la facultad de emitir de manera preventiva esta instrucción con el objeto de proteger la vida de las personas y la infraestructura pública y privada.
Por su parte, el seremi de Obras Públicas de la Región de Valparaíso, Dennys Mendoza, señaló que “todos los equipos pertinentes del Ministerio de Obras Públicas se han puesto a disposición para trabajar frente a una nueva época de precipitaciones”.
El director regional de la DGA, Camilo Mansilla, indicó “la resolución de cierre de bocatomas, dispone de criterios mínimos a cumplir por canalistas en el periodo de precipitaciones de otoño e invierno, es importante que todos tomemos precauciones, los efectos del cambio climático con periodos de fuertes precipitaciones en corto tiempo han dispuesto de desafíos en la gestión de evitar riesgos y desastres”.
Asimismo, quienes tengan captaciones rústicas, deberán efectuar los cierres con los materiales adecuados, habilitando los cauces de descarga para que probables excesos de agua puedan ser desviados convenientemente, y así no afectar las áreas aledañas al cauce por desbordes de éste, especialmente en poblaciones, caminos u otras obras.
Excepcionalmente, previo aviso a la DGA y cumpliendo ciertos requisitos, se permitirá la operación de los canales que conducen aguas destinadas al abastecimiento a la población, generación de energía, regadío para cultivos de invierno o recarga de acuíferos.
Para hacer uso de la norma de excepcionalidad, el acueducto debe tener un estado de mantención óptimo, contar con dispositivos adecuados tanto para controlar el ingreso de agua durante las crecidas y evacuar los excesos sin afectar a terceros, como también disponer de personal competente para manejar la bocatoma y tener un plan de acción frente a crecidas junto con monitorear en forma permanente y oportuna las alertas del sitio web de Senapred, para proceder al cierre inmediato ante el “estado de alerta de crecidas”.
Quienes se acojan a la operación excepcional deberán informar a la DGA mediante oficio, al municipio y delegación provincial, la persona natural o jurídica responsable del acueducto, el nombre del cauce, localización (comuna, sector), punto de captación de las aguas, período de la operación, nombre de la persona encargada de manejar la captación y acueducto.
En caso de incumplimiento de las medidas ordenadas por la DGA, se podrá aplicar una multa que fluctúa entre las 51 UTM ($3.501.048) y 500 UTM ($34.324.000 aproximadamente), independiente de las acciones civiles o penales que se puedan ejercer.
Cabe señalar que, de acuerdo a la entidad, el cierre de las bocatomas en la Región de Valparaíso comenzó a regir el jueves y se extenderá hasta el 15 de septiembre de 2025.