
En julio de 2024 cayó una palmeta del frontis, lo que hasta el momento no ha sido reparado y hoy se ingresa por una rampa, que tendría desgaste. Funcionarios también sostienen que no se tomaron medidas por turbiedad del agua.
La existencia de «displicencia» e «indolencia» de parte del área directiva del Hospital Gustavo Fricke y del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota Petorca (SSVQP), acusaron a funcionarios de FEDEPRUS Base del recinto de salud, debido a retraso en trabajos sin justificación y los escasos resguardos que aseguran se habrían tomado en respuesta a la aparición de turbiedad en el agua potable desde las llaves de distintos sectores del nosocomio. Esto último, principalmente, en unidades como el jardín infantil, el club escolar, archivos clínicos y el Consultorio Adosado de Especialidades.
El primero de los puntos expuestos, tiene relación con la caída de una palmeta del frontis del hospital, ocurrida en julio de 2024, lo que además «por segundos no significó un fatal accidente», remarcaron desde la mencionada federación.
Desde entonces, dijo Carolina Quilodrán, presidenta de FEDEPRUS Base del recinto de salud, «exigimos su pronta reparación porque esto implicó la clausura de la entrada principal del hospital nuevo, habilitándose una estrecha rampla por el costado, que no da abasto para el alto flujo tanto de pacientes como funcionarios, además de ser muy incómodo».
Según expuso, inicialmente se les habría informado que en noviembre comenzarían los trabajos, luego aquello cambió para enero. En febrero, sostuvo, fue solicitada la carta gantt de los trabajos, pero no se les habría entregado lo pedido.
«Recién en marzo, el ITO (inspector técnico de obra) comentó que los trabajos comenzarían probablemente en marzo y que la demora se produjo por toda la tramitación que exige la ley de compras públicas. Respuesta inaceptable considerando los mecanismos de urgencia que la misma ley otorga», enfatizó Quilodrán, quien además sostuvo que están en alerta por el recorte presupuestario del Minsal.