El agua caída evidenció las precarias condiciones en las que aún viven. A pesar de haber solicitado ayuda con anticipación, no la recibieron.

Las lluvias de este domingo afectaron a los damnificados del megaincendio de febrero del año pasado en diversos sectores de Viña del Mar, como Monte Sinaí y Achupallas. Muchos de ellos aún viven en viviendas de emergencia o en estructuras autoconstruidas, las cuales presentan deficiencias significativas para enfrentar el invierno.
El sistema frontal dejó 12.7 mm de lluvia en Valparaíso, según datos del Centro Meteorológico de la Armada. En Viña del Mar se registraron cifras similares, lo que provocó filtraciones en las viviendas de los damnificados. Estas estructuras no cuentan con aislación, muchas no tienen ventanas, electricidad ni acceso al agua potable, lo que agudiza la precariedad. Los afectados indicaron que intentaron gestionar ayuda para prevenir los efectos de la lluvia, solicitando nylon y otros materiales a la municipalidad y a las autoridades en general, pero no recibieron respuesta.
Josselin Orellana, dirigente de la ONG Damnificados, expresó su descontento con la falta de apoyo: «Tratamos de gestionar nylon por esta lluvia que se venía, pero no pudimos, no obtuvimos respuesta». Además, agregó que «esta lluvia demuestra que nada cambió y se viene peor el invierno».