
La familia de Rubén Mora Panez asegura que no se le efectuó una endoscopia dentro de las primeras horas luego de su ingreso al recinto de salud. Hubo un retraso en la entrega del cuerpo.
Días llenos de dolor son los que ha soportado la familia Mora Panez a raíz de la muerte de Rubén Heraldo, de 61 años, en el Hospital de Quilpué, la madrugada del domingo 20 de abril. Aquella jornada, luego de una profusa hemorragia digestiva que tuvo su primer episodio a inicios de este mes, su cuerpo no soportó más y falleció. Sin embargo, además del natural desconsuelo, la familia acusa una posible negligencia médica.
Jacqueline Mora acusó que pese a la abundante hemorragia que presentó su hermano a inicios de abril en el hospital no se le realizó una endoscopia de manera oportuna. «Cuando llegó no hicieron los protocolos necesarios para poder hacerle los requisitos requeridos para ver por qué sangraba. Una doctora me informó que por ley, cómo él llegó, tenían 72 horas para hacerle la endoscopia para ver qué tenía su cuerpo. Eso no se hizo», remarcó.
Pero aquello no fue todo, ya que luego de la muerte de su hermano también denunció ocurre lancia de un insólito e indignante hecho: no podía retirar el cuerpo de la morgue porque estaba la puerta cerrada. “Les pregunto (al personal del hospital) si no tienen una copia (de la llave) y me dicen que no”, recordó Jacqueline. Ahora la familia está siendo asesorada por un abogado para evaluar interponer acciones legales por estos hechos.
El establecimiento de salud informó que la atención al paciente “se realizó conforme a su condición de salud, utilizando para ello todos los recursos humanos, clínicos y terapéuticos para su tratamiento”. No obstante, conformaron que se ordenó realizar una auditoría clínica para “evaluar detalladamente todo el proceso de atención”.